Una mala iluminación o una iluminación inadecuada en nuestro trabajo puede provocar cansancio, estrés y dolor de cabeza.
El grado de confort con el que se realiza el trabajo, depende en gran medida de la capacidad visual y ésta a su vez depende de la calidad y cantidad de la iluminación. Cada habitación tiene unos niveles de iluminación recomendados denominados “nivel luminoso” y su unidad de medida es el “lux”.
Dependiendo la zona que se quiere iluminar hay unos parámetros orientativos que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, las zonas de paso como pasillos o almacenes nos llegaría una iluminación entre 50 y 200 lx. Para zonas de trabajo los parámetros recomendados estarían entre 200 y 1000 lx y para los sitios que necesitan una gran iluminación, la recomendación es más de 1000 lx.
Hay que tener en cuenta cuando la iluminación es para colegios, ya que éstos necesitan unos requisitos especiales de iluminación, una iluminación deficiente puede provocar fatiga visual, lesiones e incluso podría aumenta el fracaso escolar. También es muy importante la iluminación en el campo sanitario, es imprescindible garantizar las condiciones optimas para desarrollar los trabajos que sean necesarios y crear un ambiente confortable para el paciente.