El alumbrado público es el servicio público consistente en la iluminación de las vías públicas, parques y demás espacios de libre circulación. Este servicio por lo general es municipal, siendo el Ayuntamiento el encargado de su instalación y mantenimiento, aunque en carreteras puede corresponder al gobierno central o regional.
Todo comenzó en Francia, las primeras ordenanzas sobre alumbrado público datan del siglo XVI, en donde se obligaba a los vecinos a colgar una luz en la puerta de sus casas. Pero no fue hasta 1558 la colocación de faroles en las esquinas de las calles.
Más tarde en 1662, el abate Laudati Carraffe organizó un cuerpo de vigilancia nocturna que se encargaba de encenderlos y apagarlos. Ya en 1667 el teniente de policía Le Reynie reformó y fijó el alumbrado público.
En España, la primera localidad en disponer de luz eléctrica en sus calles fue Comillas (Cantabria) en 1881.
La luz de arco eléctrico tenía dos grandes inconvenientes:
- Emite una luz intensa y gran desprendimiento de calor, aunque útil para zonas industriales como los astilleros, era incómoda para las calles de las ciudades.
- Requiere mucho mantenimiento debido al rápido desgaste de los electrodos de carbón.
A finales del siglo XIX, con el desarrollo de lámparas incandescentes baratas, brillantes y fiables, las de luz de arco quedaron en desuso para el alumbrado público, permaneciendo para usos industriales.
Ya a principios del siglo XX, en 1905, la lámpara fluorescente se utilizó brevemente después de la lámpara incandescente en alumbrado público, debido principalmente a que no es una fuente puntual de luz, aún cuando son más eficientes que las lámparas incandescentes.
Posteriormente se desarrolló la lámpara de vapor de mercurio de alta presión, luego en 1970 apareció la lámpara de vapor de sodio de baja presión y un década después la lámpara de vapor de sodio de alta presión.
En la actualidad se están cambiando en la mayoría de las ciudades las luminarias instaladas por luminarias LED. Esta tecnología logra un ahorro en las cuentas públicas después del recambio gracias a la posibilidad de poder conseguir la misma iluminación con menos potencia. Esto se debe a su mayor eficacia lumínica y capacidad superior de direccionamiento de la luz.
Fuente: es.wikipedia.org